sábado, 29 de enero de 2011

Iglesia Parroquial de Santa María II


Parte del anterior Post sobre la Iglesia de Santa María, era una transcripción de la descripción de dicho monumento que emitieron Las Reales Academias de Bellas Artes de San Fernando y de la Historia.
Ahora paso a transcribir, lo que Don Alberto, pensaba y veía en la Iglesia y sus conclusiones.

Este edifico, antiguo entre los de su género (final del XII), sólo conserva de su primitiva hechura parte de la sacristía, la torre y uno de los tres ábsides, de su cabecera, si bien completamente transformado por haber perdido sus detalles más característicos. Reformada en los siglos XVI, XVII y XVIII, debió perder en aquellos tiempos su traza general por las muchas adiciones de capillas del peor gusto arquitectónico y al destruir su hermosísimo ábside central quedó definitivamente convertida en mediana obra gótica, lo que era magnifica románico-mudéjar.
Fotografías del libro de D. Alberto ( 1920)

(Vamos que por aquel entonces, ya se hacían chapuzas arquitectónicas).

Moderadamente, al levantar su suelo unos dos metros para evitar la humedad que tenía, quedaron las basas y parte de sus columnas enterradas, desfigurando el conjunto de sus tres naves, que al perder elevación, perdieron esbeltez y armonía. Poco o nada conservan éstas de su primitiva decoración, la cual debió de ser delicadísima a juzgar por los escasos vestigios que de ella quedan. Las fotografías del interior dan idea exacta de su arquitectura, pudiendo apreciarse sus varios arcos túmido-apuntados, bóveda de crucería, ventanillos lobulares que proporcionaban luz del exterior, sus cúpulas y nervios espinosos de refuerzo de que toda ella está dotada.
     Sus diversas capillas no merecen especial mención; todas ellas son de arquitectura vulgar y corriente, así como los retablos que a algunas de ellas adornan,

´Única imagen que queda del Salvador del Mundo.  Gracias al libro del D.Alberto ( 1920)


    Sus imágenes tampoco merecen ser descritas, a excepción de la hermosísima talla del salvador. Procedente de la Iglesia románica, ya derruida, del Arrabal, esta notabilísima escultura estuvo arrinconada en un cuarto trastero, hasta que manos piadosas, conociendo su exacto valor, la colocaron en lugar adecuado. Mide una altura de un metro. Su actitud rígida, hierática, cual corresponde a las imágenes de la décima-segunda centuria, armoniza con si inexpresivo semblante. El plegado perfecto de sus vestiduras, su casual y admirable conservación avaloran este interesantísimo monumento medioeval, feliz ejemplar de aquellos tiempos.

(Desgraciadamente, vinieron otros tiempos, tiempos de ignorancia, de crueldad y de violencia, la imagen desapareció, junto a otras, en una gran hoguera, que aquellos atrasados, hicieron en nombre de la libertad, pero esa es otra historia).
iamgen Virtual de como debía ser la torre de la iglesia en su construcción original.

Las fotografías del exterior demuestran sus varios periodos de renovación y en su cabecera aún se pueden percibir claramente parte de los adornos del ábside lateral, cuyas arquerías ciegas conserva, pudiéndose entrever por los descostrones que en su revoco se han producido.
No queda, pues de su primitivo estilo mudéjar nada más que su delicadísima torre. Bellísima cual las mejores, en su reproducción se pude admirar su elegantísimo porte y la delicadeza de sus adornos y relieves. Del más puro mudejarismo, como lo demuestra el casi exclusivo empleo del ladrillo en toda su construcción, con él, ejecutaron los alarifes del siglo XII los habilísimos adornos de sus paramentos. Su forma es cuadrangular, de alminar mahometano, con cuerpo lateral macizo y escalera entre ambos.
Supuesta imagen del interior de la iglesia antes del revoco.
Su primitiva cubierta piramidal de teja desapareció hace tiempo, y sin duda, a sus iniciadores les pareció más propio substituirla por el actual chapitel, que ni no carece de proporciones en sus líneas, desentona lastimosamente con el resto, No poseo la fecha de la transformación de su remate, ni cuál fuese la persona que lo dirigiese, pero no sería aventurado achacarlo a los mismos que por aquella época ordenaron su revoco.
(Al parecer en todos los siglos cuecen habas).
La cara que mira al mediodía presenta una raja de bastante profundidad y altura, lo que a primera vista hace creer en grave deterioro de su base, pero un examen minucioso comprueba que su cuerpo interior está en perfecta conservación y, por tanto, no ser de temer un inminente y serio peligro. No obstante, su conservación debe de ser la preocupación de todos, pues monumento como éste honra la población que le tiene.
Cuartilla donde se fecha y Firma que el monumento pasa a ser Nacional.
 En la actualidad ( 1920) , y por iniciativa de muy pocos. Y del que estas líneas escribe, ha sido declarada con la iglesia Monumento Nacional. Nada más justo que así haya sido, pero una vez declarado, no se debe dejar todo a la iniciativa oficial, pues sabemos a lo que estos procedimientos conducen.

(Y eso que no vivió en estos tiempos).

Solo me resta, recomendar un libro de reciente edición “el canon del Alarife de Illescas, escrito por Wilfredo Mariñas Guerrero , vecino de esta villa, al que le gusta la historia tanto, como para investigar y dar a la luz tan dignísimo trabajo.

1 comentario:

  1. Gracias Jota por tu referencia.

    Afectuosamente,

    Wilfredo Mariñas
    Illescas Toledo

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